domingo, 31 de mayo de 2009

Unas fotitos valen más que mil palabras

Hola, sigo igual, pasando calor y luchando contra el polvo del desierto.

Os mostré el desierto, os mostré el campo desde la inmejorable perspectiva del aire, os mostré la inmensidad de la nada.
Teniendo en cuenta que está prohibido hacer fotos en Sudan y que me acusarán inexorablemente de espía, no está mal. Nos veremos pronto si nos expulsan por estas malditas fotos, o quizás no, si me quedo penando mis culpas en un penal.
Os mostré también mis michelines, para que veáis que sigo engordando y sigo de buen año. Mostré la claraboya, y el helico, que no se llama Antonov, pero que si es ruso, las tiendas de campaña, y el hospital emesef, una ensalada de tiendas en mitad de un campo de desplazados. No pude ampliar el detalle del parking de burros, pero bueno.
Pasan los días y mañana vuelvo otra vez a ST. Sigo esperando la luz verde para volver a quedarnos permanentemente en el campo, pues ya queda poco. Sigo trabajando con un ordenador en lugar de oír el sonido de tripas y pulmones, toses, flemas y nauseas, pero todo llegará. Sigo adaptando protocolos y organigramas de funcionamiento para que los que realmente si están allí se compliquen la vida, o para facilitársela espero. Sigo esperando a que llueva, en el desierto, pero lloverá, como todo el mundo dice, y perderé la apuesta. Que ilusión me hará perder esa apuesta. Sigo jugando al voleibol los sábados por la tarde, con la cruz roja, y sigo disfrutando ocasionalmente alguna fiesta donde garrapiñar algo de licor. Esta semana tocó en unicef. Sigo esperando que me lleguen mis libros de Jartum, así que empecé uno de la biblioteca de la casa. Sigo echando una y otra vez erizos de mi cuarto, pero siguen volviendo. ¿Es el mismo o es toda una familia? Sigo viendo crecer mis gatitos, uno de ellos ya claramente más grande que el otro. Sigo viendo la luna de canto, medio oculta por el polvo del desierto.
Hay lío por el norte, cerca del chad, hay tiros y guerra, cincuenta heridos cada día, y cientos de desplazados por día. Parece insignificante si comparamos con lo que ahora pasa en paki, pero no lo es, día a día suman un montón, y mientras están pegando tiros nadie se acerca, ni la cruz roja ni nosotros, sólo las fuerzas de la onu evacuan a los heridos, y cuando pase el chaparrón, a ver si se puede hacer una visita.
Esta semana mis colegas fueron a la ciudad donde teníamos otro proyecto, hasta que mis predecesores salieron por patas después del tercer ataque. Ahora según me cuentan es como una ciudad fantasma y por la noche no hay paz, pero quizás en un futuro se reabra el proyecto. A ver quien tiene guevos para ir allí.

Hace mucho que nadie me escribe aquí, aunque sea un insignificante hola, será gratamente bienvenido. Es un poco triste pensar que en sólo dos meses el interés ya ha decaído tanto en vista de que sigo vivo y coleando (aunque colear, poco la verdad). Tendré que seguir exagerando y diciendo lo chungo que es esto para que la gente recobre algún resquicio de interés por este polvoriento blog.

jueves, 28 de mayo de 2009

Una foticos













Hoy he vuelto a ir a Shangyl Tobaya, el lunes se canceló.
Os mando unas foticos, a ver si consigo descargarlas...

sábado, 23 de mayo de 2009

El lío de las mil vacas, antonov y kasparov, los cacahuetes y juanito andarín.

Hola de nuevo, ya estoy de vuelta, tras un pequeño lapso de tiempo, en parte por vagancia, en parte por pereza, acompasado con un poco de hastío, pero sobre todo por falta de algo interesante que contar, y aderezado con problemas de conexión. No tanto realmente por falta de buena línea, sino por problemas de logística (dichosa palabra que aquí se usa para todo). No tanto por mala conexión sino por la complicación de buscar el cable desocupado en el momento adecuado. Trabajo muchas horas con el ordenata y sin línea y cuando llega la noche, lo último que me apetece es ponerme a escribir. Sobre todo ceno, charlo con mis colegas en la cena, y charlamos después de la cena, pero no me “provoca” (como decían en Venezuela) ponerme a escribir. Creo que no he escrito ni un solo mensaje en dos semanas, porque por cierto, sigo teniendo en uso mi correo Hotmail, que tímidamente abro casi cada dos días, pero no escribo.
Durante estas dos semanas que no he escrito, todo sigue más o menos igual. Ha habido días de calor, y de mucho calor, durante unos días bajó la temperatura e incluso podía respirar después de comer, después ha vuelto a subir y ahora me siento como un escarabajo boca arriba después del lunch. La combustión estomacal me provoca un estado de catalepsia hipnótica que espesa mis neurotransmisores (más aún de lo habitual) dejando mi cerebro como un plastrón vermicular. Por lo demás, estoy bien.
Ayer traje un termómetro, de los de paciente, y marcaba 38’6ºC, Al Fashir tiene fiebre. No son los 43 de Jartum, pero no está mal.
Y pasamos rápidamente a una “breve” puesta al día.
El lunes pasado fui a Shangyl Tobaya (ST), en avioneta, con mis colegas. Rápidamente, un poco por aquí otro poco por allá, husmeando en todas partes, rápida visita-supervisión casi corriendo como siempre. Esta forma de llevar el proyecto, con estas visitas de un día lo llamamos “control remoto”, igual que hacen en Somalia. Consiste básicamente en que los trabajadores emesef locales, (dos médicos, cuatro medical assistants, ochos enfermeros, varios enfermeros assistants, nutritional assistants, community health workers, un psicólogo, counsellors, etc, más logistas locales, conductores, traductores, guardas, cocineros, limpiadores, hasta 100 personas) salvan vidas, y nosotros, a parte de supervisarles una o dos veces por semana, el resto de tiempo estamos maquinando maquiavélicamente cambios, mejoras, haciendo protocolos, planillas de guardias, machacando indicadores y coberturas, planes para que las embarazadas vayan a las consultas, los niños se vacunen, organizando las prioridades de las familias que siguen llegando a los campos, rezando para que la situación de agua e higiene no se deteriore después de la salida forzosa de oxfam, manejando la farmacia, los pedidos, los consumos, las previsiones, y filosofando la manera de abordar en un país como Sudán temas como la violencia de género, el aborto, la anticoncepción, la mutilación genital femenina. Ahora concretamente, llevamos más de una semana planeando y organizando, adaptando y schedulizando toda la planificación anual. El problema es que si no estamos encima del “hospital” (health facility se llama), la desidia inherente hace que todo de vaya relajando poco a poco y que se suavicen los umbrales de calidad, el absentismo y la abulia se generalicen. Esta semana hemos descubierto que los médicos, tapándose uno al otro, desaparecen durante varios días, y muy probablemente sea la norma general de todos. Tenemos que estar aún más encima, siempre desde el punto de vista de hacer todo lo posible para mejorar la atención de los desplazados, los beneficiarios.
El jueves queríamos ir a ST también, pero cancelamos el viaje. Esta vez no fue por la visibilidad, las tormentas de arena, sino por seguridad. Nos llegaron noticias de que había combates “cerca” de ST. Cerca quiere decir a unas cuantas decenas de kilómetros de ST, pero como somos unos paranoicos, mejor ni acercarse. El motivo, “El lío de las mil vacas”. Rumores, noticias sin confirmar, diferentes versiones del mismo lío, pero parece ser que una de las varias milicias árabes en teoría controladas por el gobierno, en la práctica descontroladas, montó un lío. No se les ocurrió mejor cosa que hacer que robar 1000 vacas, que se dice pronto, de los pastores de la zona. Mil vacas. Me imagino al líder de esa milicia, una mezcla entre John Wayne, aladino africano, de piel negra medio talibán enturbantado, polvoriento barbudo o quizás con sombrero de baquero, kalasnikov al hombro, a lomos de caballo, árabe por supuesto, y su séquito de bandidos con lanzagranadas. El caso es que robar mil vacas implica robar a muchos implicados, valga la rebuznancia, o rebuzno si se quiere. Significa robar muchos pastores, pues no hay por estas polvorientas tierras desérticas grandes adinerados hacendados sino más bien pequeñas tribus con escasas cabezas de ganado por familia. Y debe ser que los pastores, después de tanta guerra y tantas facciones pululando por allá ya están escarmentados y armados y ni cortos ni perezosos, se embarcaron en la odisea de recuperarlas. El caso es que unos cuantos tiros, unos cuantos muertos, y nuestra visita del jueves cancelada, pero al final, hasta ST no llegó la gresca y por allí todo estaba tranquilo. Las últimas notitas que me llegaron es que los pastores habían recuperado gran parte de las vacas en discordia, pero no todas.
Por cierto, el viernes pasado por fin fui al mercado, ese donde hace unos días se liaron a pegar tiros hace unos cuantos días, pero todo estaba tranquilo el día que fuimos. Por fin me fumé una sisha (o como se escriba, es decir una pipa de agua), con un te y por primera vez en mucho tiempo me sentí realmente a gusto de estar aquí. Es increíble como uno se acostumbra a ciertas cosas, ya no me llaman la atención la cantidad de militares que hay por todos lados, caminando, en la toyotas pickup, con una ametralladora montada en parte de atrás, y a veces con lanzacohetes, con una saco lleno de cohetes.
Este lunes volvimos otra vez, como siempre, dos veces por semana, y este jueves igual, pero la novedad es que por fin fuimos el clásico y famoso “Antonov”, creo que este el modelo del helicóptero que usamos, de la wfp (programa de alimentos de la onu, lo que llevan saquitos de comida). Estos cacharros son mucho más grandes que mi helico de Astorga, con 22 plazas, la panza enorme para llenarlo de carga. El copiloto Kasparov ruso como el helicóptero y los dos pilotos, nos contó el rollo ese de las puertas de emergencia, y que fumar estaba prohibido, como en los vuelos normales. Las ventanillas como claraboyas se abren o pereces por el calor, y al estilo película de rambo, los asientos como dos bancadas a cada lado, y nosotros cinco, haciéndonos fotos con cara de payaso. A la vuelta, también le pedimos al copiloto si podíamos dar una vuelta por los campos de desplazados, Shangy camp, Shadat camp, y la aldea de ST. Para hacer fotos aéreas y ver el hospital. Los campos desde el aire se ven como una inmensa concentración de casitas de paja y caña, con sus parcelas delimitadas por vayas de caña que demarcan un área de “jardín” de arena. En el medio del campo mayor, Shangyl, el área que mejor se puede identificar desde el aire, justo en pleno centro, nuestro “hospital” rodeado por los cuatro costados. Una veintena de tiendas de campaña. Dos barracones semipermanentes, de madera y lona, bien ventilados, y frescos (lo más posible) que son las dos salas de internamiento, una de adultos y la otra de pediatría y nutrición, 32 camas en total, otras dos estructuras similares pero más pequeñas, la maternidad con 4 camas y la de partos, y las consultas prenatales, postatales y de planificación familiar. Otra estructura con postes de madera y paredes de lona, el consultorio. El resto son tiendas de campaña, las consultas de nutrición ambulatoria, de control y screening de peso, de vacunación, salud mental, con un psicólogo que es un perro verde sudanés, una tienda de aislamiento (no para gripe precisamente) otra pequeñita de “neonatología” (es pura ironía), que más bien es un cocedero de gambas, un área para curas y cirugía menor, cocina, esterilización, laboratorio. Y la zona de reparto de alimentos, con varios camiones de wfp descargando sacos y sacos, rodeados por cascos azules, protegiéndose del sol más que de otra cosa.
El jueves también volamos con Kasparov y sus colegas rusos, pero no fuimos solos, y el helico estaba lleno, con gente de unicef, de oxfam, de wfp, y nuestra carga de crema de cacahuetes.
No es coña, llevamos 25 cajas de crema de cacahuetes, el maravilloso “PlumpyNut”, un engrudo alimento compuesto que se utiliza para alimentar a los niños (y adultos) desnutridos en nuestro centro de nutrición, (o de desnutrición, según se mire). Es un invento maravilloso, un saquito de 500 Kcal, de muy buen sabor (en Etiopía me comí unos cuantos que estaban a punto de caducar) con muchas vitaminas añadidas, concentrado y de larga caducidad, que aguanta almacenado las altas temperaturas del desierto, y con el que se tratan hasta los severos malnutridos, incluso de forma ambulatoria, con lo que las madres sólo tienen que venir a recogerlo una vez cada dos semanas para el control del niño y para llevarse un montón de saquitos. En el centro del “hospital” msf sólo ingresamos a los que además tienen complicaciones o son bebes. Antiguamente se trataban a todos los severos en estos centros, con largos periodos de internamiento, costosos programas que han pasado a la historia con los protocolos ambulatorios y el “PlumpyNut”. Cristina!
Normalmente el material, los medicamentos, el PlumpyNut, etc. lo llevamos por tierra, en camión, pero ya que íbamos en el Antonov, pues aprovechamos para llevarlos, que salía gratis.
Pues el mismo jueves, de vuelta en Al Fashir, al poco de llegar de ST, ver a una chica de la cruzroja haciendo de médico porque estaba pachucha, y ducharme y acicalarme, fuimos al campamento de wfp. Menudas instalaciones. El mismo uruguayo que nos acompañó por la mañana y tarde, el jefe de vuelos, nos había invitado a una fiesta! Allí estaban también los pilotos rusos, el copiloto, y gente de onu, wfp, muchos de ellos españoles o latinos, por cierto. Y allí me reencontré con mi gran amigo Juanito Andarín, etiqueta negra! Mi querido amigo que tanto había echado de menos durante el último mes y cerveza!. A modo inglés, me dediqué en el menor tiempo posible a ingerir la mayor cantidad posible, dado que a las 9 (llegamos a las 7 y media) sonó la campanita, y nos avisaron del toque de queda, y que las puertas del campamento se cerrarían y ya no podríamos salir del fortín, o salíamos por patas en ese mismo instante, como hicimos, claro, regresando en nuestra linda fragoneta “vanet” o similar a nuestra humilde casita (extremadamente humilde, si comparamos con el sitio de donde veníamos) donde continuamos la fiesta, pero ya sin birras ni juanito.
Y coloríncolorado, este cuento se ha acabado”

Besos a tod@s
PD: Saludos de un erizo que ha venido a visitarme. Corre mucho y lleva las púas repeinadas, creo que viene de la disco. El otro día uno que vive en mi habitación tuvo que ser desalojado, porque hacía demasiado ruido al correr, con sus patitas taconeando la estera. Imaginadme en mitad de la noche persiguiendo un erizo en mi cuarto, y se admiten sugerencias sobre cómo cogerlo para la próxima vez. También tenemos en la casa una familia de gatos. Una gata que parió hace poco y sus dos cachorros hacen las funciones de la televisión, viendo sus trastadas en lugar de miles de anuncios.
Rebesos.

domingo, 10 de mayo de 2009

hoy na que contar

Estoy cansado, así que no voy a ponerme a escribir, sólo el parte del jari de ayer. 3 muertos, todos civiles, y 12 heridos. Hoy todo estaba tranquilo, más o menos. Pasé todo el día en la office, de 8 a 8, cena después y poco más. Mañana voy a Shangyl Tobaya. Ni una sola nube, pero el tiempo sigue muy nublado por la arena, tormenta de arena perpetua. Espero que no se cancele mi "jet" privado (casi privado, vamos cuatro). Hoy he mirado debajo de la cama, y he visto zapatos hambrientos, pero no he encontrado ningún monstruo. A veces echo en falta tener algún monstruo.

sábado, 9 de mayo de 2009

Segunda parte del tiroteo en el mercado

Sabado sabadete, aquí como domingo.
Esperábamos la segunda parte de tiroteo, pero se hizo esperar, no empezaron a disparar hasta las 6 de la tarde. Parece que ayer se quedaron con las ganas, como supusimos y hoy continuarían pegando tiros.
A la una más o menos pasamos cerca del mercado, para comprar comida y todo estaba muy tranquilo, salvo un carro que pasó con muy mala hostia con cinco militares apuntando a todos lados con los kalasnikov y la metralleta apunto montada arriba en posición no vimos nada preocupante, pero tarde o temprano tenía que volver a liarse. Hoy duró mucho menos el tiroteo, y las balas dejaron de sonar al cabo de media hora para después oírse sólo alguna esporádicamente, pero hoy ha sido más sangriento. Han muerto dos civiles. Siguen siendo los mismos pesados de ayer, la milicia janjawi y el ejército sudanés, aliados, pero parece que cada vez hay más descontrol. El caso es que es un coñazo, y dentro de poco no vamos a poder ni ir a comprar el pan.
A pesar de estas refriegas entre aliados, la situación en general está demasiado tranquila, y hay pocas batallas entre los verdaderos enemigos, las milicias del gobierno junto con el ejército sudanés contra los rebeldes (las 25 facciones), lo que hace temer que se esté preparando una gorda de verdad. De momento estos días ha habido combates al norte, y todo el mundo piensa que antes de la época de lluvias tiene que haber movimientos, porque una vez que empiece a llover es más complicado moverse, así que éste es el momento de combatir.
Entre pitos y flautas, nosotros encerrados en casa, (salvo para ir a comprar tabaco y comida, claro) y torneo de pingpong, una película de kusturica, y poco más. Mañana es día de escuela y si la arena lo permite, el lunes iremos a Shangyl Tobaya, por aire ya que la carretera es muy insegura, por bandidos. Allí se supone que todo es más tranquilo, y las cabezas pensantes de mi agencia de viajes siguen evaluando la posibilidad de que nos quedemos definitivamente allí, si dejan pasa de moda el deporte regional de secuestrar blanquitos. Se supone que es más tranquilo si no se acercan los rebeldes, pero hace 2 meses más o menos mataron a siete cascos azules por la zona, pero en principio, los combates entre los malos y los malos están ahora en otra zona. Realmente espero porder quedarme allí en ST, un sitio más pequeño, y aunque sea en mitad del desierto, seguro que más agradable que El Fashir. Con una población que nos conoce, nos respeta y nos agradece el hospitalito que tenemos montado. De momento a ver si podemos ir pasado mañana, porque hoy se han cancelado todos los vuelos por culpa de la visibilidad. La maldita arena. El cielo está como nublado, y es arena en suspensión, polvo, que respiras, que te llena la casa de arena, que hace ridículo el esfuerzo de barrer.
Y a parte de refriegas, de la falta de cervezas (bueno, hoy me tomé una sinalcohol), del calor, de la arena, y de que me aburro un poco, por lo demás, todo muy bien. He terminado un libro curioso, "no mires debajo de la cama".
Besos a tod@s

viernes, 8 de mayo de 2009

Escaramuzas en el mercado, velatorio y pingpong

Buenas
Dormí hasta la una de la tarde, y me he levantado medio deshidratado, de tanta sudada que se pega uno en la cama. Después de un café empezó el jaleo. Es habitual oír disparos por la tarde, pero no tan temprano. Hoy hubo un importante tiroteo en el mercado. Sobre las dos empezamos a oír disparos y durante una hora se oyeron kalasnikovs, pero también metralletas pesadas. Al sobre las tres y media ya casi no se oían tiros, y todo estaba tranquilo. Mis colegas no parecían muy nerviosos, por lo que no me preocupé demasiado, pero por si aca, preparé un poco la mochila con lo imprescindible, con la radio a mano, y el canal de la onu en la oreja. Muchos tiros, incluso metralletas pesadas, tiroteo en el mercado, pero increíblemente ningún muerto, que se sepa. Mañana sabremos si hubo algún herido. El tiroteo ha sido entre milicianos aliados del ejercito contra el propio ejercito. En teoría aliados, pero ya se sabe, que siempre hay mucha confusión en este sitio. Por eso, la mayoría de los tiros probablemente han sido disparos al aire, más para mostrar la fuerza que realmente para matarse los unos a los otros. Parece que todo es porque ayer por la noche, unos militares mataron a algún miliciano, y hoy era la revancha. Mañana quizás haya la contra revancha, o la requeterevancha, o yo que se. El problema de todo esto, es que alguna bala perdida rebote y caiga donde no debe, y la peor consecuencia es que hemos tenido que cancelar el partido de voleivol de los viernes contra la cruz roja.
Cuando ya todo estaba completamente calmado, pasamos por el mercado, y ya no había ni militares, ni milicianos, ni nada de nada. Íbamos de camino a casa de uno de nuestros trabajadores, porque ayer se murió su hija de 4 meses, y fuimos a darle las condolencias, al velatorio.
Después de salir de casas del colega, preparamos la operación “mesa de pingpong”. Ya que nos perdimos el partido de voleivol, fuimos a casa de emesef bélgica en busca de la mesa de pingpong, y tras una complicada operación de monta y desmonta, carga y transporta, ahorita mismo estamos jugando por fin. A falta de otra cosa, genial.
Palomitas, un sisa (pipa de agua, y pingpong para la tarde del viernes, que es similar al sábado en espain.
Besos a tod@s.

jueves, 7 de mayo de 2009

Dónde está la maldita cerveza??????

Hola a tod@s
Estoy a punto de cumplir una semana en El Fashir (llegué un sábado), y ya estoy que me tiro de los pelos!!!! No hay mucho que hacer aquí, trabajamos de sol a sol y de noche no se puede salir de la maldita casa. Hoy empieza el maldito fin de semana, (aquí el viernes es festivo y el domingo se trabaja) así que después de terminar la maldita jornada, y terminar las malditas estadísticas mensuales, y el maldito report he salido de la maldita oficina con ganas de marcha. He puesto la música alta, manuchao, rock, brasileiro, marcha y…dónde coño está la maldita cerveza??? He intentado animarme, hasta unos ortopédicos pasitos de salsa, pero el ambiente en la casa es un tanto depresivo. Entre que el personal está cansado y la falta de la maldita cerveza, esto parece un maldito velatorio. Falta algo que anime el corazón de los hombres (y mujeres), falta algo que desinhiba, falta chispa. Con tantas carencias el recurso es el chocolate y la Nutela, que viene de Jartum. Creo que voy a ganar unos cuantos kilitos en este país. La comida como ansiolítico. Visto el panorama, enciendo el cacharro este, y escribo este aburrido maldito texto para el maldito blog. Maldita sea, por qué no me mandaron a un paraíso con playa, cocos y maldita ginebra?
Hoy deberíamos haber ido al campo, a Shangyl Tobaya (ST), pero el vuelo se ha anulado por falta de visibilidad. Parece increíble. No hay una sola nube en el horizonte, pero eso mismo, el horizonte, no se puede llegar a ver. No es por niebla, no es por lluvia, no es por nieve, es por el maldito polvo! Lo que debería ser el horizonte se intuye como una difusa línea marrón de arena en suspensión. El sol asoma entre la arena del aire, como si una espesa niebla lo cubriese, pero no es niebla, es arena. Así que nos hemos quedado sin poder llegar a ST, y otro día más en la oficina, con el maldito ordenador, y las malditas estadísticas.
Pues nada, mi noche de marcha ha terminado a la media hora de empezar, está visto que sin alcohol no se puede hacer gran cosa. Me retiro del “salón”, el patio de la casa, para preparar la mesa para cenar. Creo que esta misión va a ser bastante dura. Recuerdo el buen rollo que había en Etiopía desde el primer momento en que llegué, recuerdo lo bien que lo pasé durante los 6 meses que duró. También trabajamos muy duro, muy muy duro, pero cuanto más trabajas, más necesitas desfogarte el fin de semana, y la ginebra se convirtió en una gran amiga, aunque sin pasarnos. Aquí, a parte de trabajar mucho, y de estar rodeados de militares, a parte de todo eso, además tampoco hay muchas posibilidades de esparcimiento y la espartana vida austera de los ascetas se vislumbra como la única posibilidad. Espero que me vaya adaptando.
Ayer pasé también todo el día en la oficina, y lo único destacable es que me afeité un poco y me corté el pelo.
Pues nada, después de cenar, creo que leeré un poco, y poco más. Me da la impresión de que no van a caer las malditas cervezas
Besos.

martes, 5 de mayo de 2009

Shangyl tobaya, primera toma de contacto

Hola a tod@s.
Ayer fui por fin a Shangyl Tobaya (ST), en avioneta da la onu, pero que remedio. Dos pilotos sudafricanos nos llevaron y trajeron de vuelta. Tan grandes como son los sudafricanos blancos, que uno casi no cabía en la cabina. La pista de aterrizaje, es un trozo de desierto, por supuesto sin asfaltar, y está delimitada por piedras, al borde del campamento de la onu, con cascos azules armados protegiendo el aterrizaje y despegue. De allí nuestro carro nos llevó al centro de salud, a la health facility, o como se quiera llamar.
Por fin he visto el campo, del que sólo había visto las imágenes por google earth. Me ha sorprendido, aunque a penas lo he visto, porque pasé casi todo el tiempo en el centro de salud que emesef tiene montado allí. El campo tiene 5 años, y pensaba que después de tanto tiempo, los habitantes habrían construido casas más decentes, de adobe, pero me sorprendió ver que la gran mayoría son de caña y paja. El centro de salud tampoco es muy permanente, aunque lleve 5 años, y está construido con tiendas de campaña, y estructuras de madera con paredes de tela de plástico o red. A pesar de todo, la verdad es que funciona todo bastante aceptablemente. Tiene internamiento, consultas externas, salud maternoinfantil, con vacunación, programa de nutrición ambulatorio con internamiento para estabilización de severos complicados, maternidad.
El día anterior, el lunes había llovido un poco, y por la mañana aún había algún minúsculo charco. Parece que ya va a empezar la época de lluvias, y es posible ver nubes por la tarde. Incluso llueve en el desierto, aunque sean tres gotas. El jabubh que sufrimos en El Fashir, en ST había tirado algún techo, y roto alguna lona, pero el jabubh llama a la lluvia, y cuando fuimos nosotros al campo, ayer, por la mañana algunas nubes mitigaban el terrible sol, hasta las 12 de la tarde, por lo que mañana fue bastante agradable.
El campo no es muy grande, más bien pequeño, en total unas 25 mil personas. En realidad son dos campos, y la aldea de Shangyl Tobaya (ST), con otras 3mil personas, aunque la health facility también da cobertura a unas 11mil más de las aldeas de los alrededores, en total unos 40mil personas, pero las cifras van cambiando, porque siguen llegando y hay nuevos asentamientos de familias continuamente.
La zona es un terreno árido, semidesértico, por no decir desértico del todo, aunque hay relativamente suficiente agua subterránea y oxfam hizo un buen trabajo antes de ser expulsada del país. En realidad no es un campo de refugiados, ya que éstos, los refugiados son desplazados que han tenido que salir de un país y cruzar una frontera, y tienen estatus de refugiado. Los campos deShangyl son campos de desplazados, desplazados internos, y los pobres no tienen ni siquiera los derechos de refugiados.
Me ha sorprendido mucho el campo, me parece extremadamente difícil la vida allí. Me sorprende incluso que la gente viva en esta ciudad, El fashir, donde incluso aquí me resulta complicado imaginarme pasar mucho tiempo, y mucho menos vivir para siempre. Si la situación se aclara o mejora la seguridad, espero en un futuro poder instalarme en la casa de ST, que pudimos visitar brevemente, para comer. He visto los tukules, donde espero vivir en pocas semanas. El tukul es la casa, unipersonal, con una sola habitación, construcción de ladrillo, con techo tradicional, de paja y caña.

Hoy pasé el día entero en la oficina, de 8 a 8, delante del ordenador, leyendo documentos el plan del proyecto, el calendario, etc, y ordenando la información y mi cabeza, para que mañana planifiquemos cómo seguir llevando el proyecto, y el jueves de nuevo otra visita. Aunque esa visita ya no será tanto de ver y enterarme y tendremos que empezar a cambiar algunas cosillas, meternos en profundidad con algunas otras, supervisar algun área en profundidad, etc.
Durante la tarde ha llovido también en El Fashir, durante una media hora. Se agradece mucho.
Me gusta escribir aquí, pero es tarde, y estoy cansado. Sobre El Fashir no puedo contar mucho, casi no salimos fuera de la casa-oficina, y los 3 días que llevo aquí, no he terminado antes de las 6 de la tarde de trabajar. Teniendo en cuenta que cuando se hace de noche no se puede caminar, y que hay toque de queda a las 9, no he visto mucho. Nuestra agencia de viajes tampoco nos permite visitar el único sitio interesante de la ciudad a partir de las 2 de la tarde, el mercado, porque a veces hay tiros. Todos los días se oye algún disparo sobre esta hora, las once más o menos.

lunes, 4 de mayo de 2009

Tormenta de arena

Hola a todos, segundo día en EL fashir, y haciendo preparativos para mi visita a Shangyl Tobaya, pero en el último momento de la noche, la visita parece que se está truncando, por cuestiones meteorológicas.

Digamos, mi primer día de escuela. Más y más meetings, briefings, handovers y planificaciones para ver por donde encaminamos el plan para el proyecto, ahora que el equipo está casi completo con mi llegada, y los buenos augurios para poder reanudar las actividades por nuestra parte, por parte de los expat. Los locales y los "inpats" siguen allí currando desde el primer momento, ellos no han cesado su trabajo. Ellos no han sido evacuados. Los inpats son personal sudanes, pero de otra zona o región, que se les paga igual que a los expats-extrangeros la casa, perdiem, y básicamente son personal cualificado sanitario que no se puede encontrar en la zona, como médicos, enfermeros, medical Assistant-MA (lo que en Kenya eran HO, aquí se llama MA), técnicos de laboratorio, etc. Si el proyecto es evacuado, ellos también son evacuados, pero en este caso, el riesgo era fundamentalmente de secuestro de extranjeros, y por eso se decidió que ellos no corrían peligro. El caso es que a las secuestradas los liberaron muy rápidamente porque piensan que volver a secuestrar a alguien es muy fácil, así que parece que ahora se va a convertir en el deporte regional.

Pues el caso es que después de cenar, súbitamente se ha levantado un viento infernal, y aquí eso tiene un nombre, (que por supuesto, no puedo deletrear y transcribo como puedo), se llama jabubh. Tiene un nombre porque el viento no viene solo, sino como tormenta de arena. En un segundo, la plácida noche se convirtió en un infierno de arena. Un aire casi irrespirable, un visibilidad mínima, como si hubiese una niebla muy espesa, arena en la boca, en los ojos, en la nariz, el pelo completamente petrificado, y la mesa donde habíamos cenado unos instantes antes, completamente cubierta de arena, en escasos minutos. Duró una hora más o menos, y al terminar, los resultados parecían la peor pesadilla para limpiar. Una playa en tu salón, pero sin mar.

A parte de la tormenta de arena, sigo en la casa de "perdidos en el desierto", con 7 concursantes, todos españoles y catalanes, menos un canadiense, y un infiltrado de emesef bélgica, que es italiano, con una visita de emesef suiza, por 2 días, de una sudanesa, una suiza, y otra española!.

La casa es un laberinto de casas con una valla exterior, unidas por varios patios interiores y callejones internos, con, básicamente tres estructuras principales, la casa y la oficina. Es una casa más o menos estilo árabe, aunque las habitaciones no son muy grandes, y los patios interiores tampoco son muy grandes. Hacemos vida en el patio interior, con una mesa grande donde comemos y cenamos, y pasamos calor. Un calor tremendo que sigue haciendo, y se mitiga levemente con ventiladores, pero aquí no hay aire acondicionado como en khartoum. El agua del grifo sale caliente, y siempre pienso que me he equivocado de grifo, pero claro, aquí no hay calentador.
Una escalera de madera movil me lleva a la azotea, caminado con cuidado para no romper el tejado y caer, y se disfruta de una agradable vista del vecindario, polvoriento y arenoso...

sábado, 2 de mayo de 2009

buenas noches

La casa del "gran hermano" duerme, aunque más que gran hermano, parece "supervivientes" o "perdidos en el desierto", o algo así. Ha sido una jornada completa, con viaje en avión, he conocido a mis colegas, un poco de la "ciudad", hemos jugado un largo partido de voleibol contra la agencia de viajes de la competencia, la cruzroja, (hemos ganado?).
Por cierto, lo siento Rimun, otra vez ganareís al Barça.
He visto la primera tanketa de la onu, he oido los primeros tiros (muy, muy lejos; una boda, una pelea, o simplemente al aire?). Ya me siento casi como en casa, aunque un poco desubicado porque no se dónde están los cuchillos, las servilletas, y voy descubriendo los rincones de la casa, meando en las esquinas, poco a poco, y como siempre, buscando la azotea, las estrellas.
Hola de nuevo, me sorprendo la frecuencia con la que escribo, la verdad.
Hoy no tengo teclado árabe, así que puedo escribir sin marearme.

He llegado a las 11 mas o menos a El Fashir, North Darfur, Sudan.
Aquí hace mucho menos calor que en Khartoum (KH), pero aún así sigo axfisiado, sigo pensando lentamente, moviendome aúm más lentamente y respirando con calma. Ideal para la meditación, si no fuese porque tanto calor recalienta el cebrero.
He volado en un avión de la WFP (programa mundial de alimentos). No sabía que también transportaban pasajeros, "humanitarios". Ayer hice la maleta, en Khartoum y ha sido todo un quebradero de cabeza, pues sólo se pueden llevar 15kg, incluído el equipaje de mano. Hacer una maleta de 15kg para 5 meses es realmente complicado, pero con el tiempo, espero que me envíen algunas cosas más desde KH y hoy sólo traía lo imprescindible, es decir, calzoncillos, el portatil y un chorizo de astorga.

Pero antes de empezar con El Fashir, tengo que decir que la fiesta me persigue por el mundo, y el fin de semana en KH ha sido provechoso. Aquí la semana laboral es de domingo a jueves, y se descansa el viernes y sábado. El viernes tuve una suerte tremenda y pude ir a una fiesta privada, en casa de alguien que trabaja para alguna embajada. Dice la gente de KH que hacía mucho tiempo que no se hacían fiestas, desde que el ICC condenó al presidente, todo ha estado muy tenso y nadie en KH de la extensa colonia de expatriados se ha atrevido a hacer ninguna fiesta. Pero yo llegué en el momento justo, y al sitio apropiado, una vez más. Efectivamente, incluso en Sudan es posible encontrar lo que según la biblia, alegra el corazón de los hombres. Y además en cantidad. Los diplomáticos pueden traer todo el alcohol que quieran en valija diplomática. También esta vez había un piscina, pero en esta ocasión no acabé tirandome.
Al día siguiente, después de dormir más de 12 horas, otro regalíto del azar. Un lindo crucero por el Nilo, de 4 horas a las orillas de la ciudad, en una barquita con canapés, un DJ, y muchos blanquitos. Excelente final para mi visita a Khartoum. Y sigo diciendo lo mismo. Sigo sin arrepentirme de pasarlo bien, de cara a lo que me esperan los próximos 5 meses.

Hoy como he contado, volando con la wfp, he llegado tras 3 horas de vuelo a mi nueva casa en El Fashir. Mi nueva casa, temporal en principio, pero por tiempo indefinido.

Calor y confinamiento. De momento ya he conocido a mi equipo, todos españoles y catalanes, excepto el sumo sacerdote, canadiense y un invitado de emesef bélgica, que como está solo, se queda con nosotros. De momento no tengo aun habitación, esta noche me acoplaré definitivamente, pero tengo que decirlo, no puedo colgar cuadros, porque las habitaciones nunca son definitivas, y según las circunstancias iremos cambiado. A parte, mi cassa definitiva está en Shangyl Tobaya.

Al final, no me dio tiempo a contar nada de mi nueva “ciudad”, ahora voy a intentar a jugar un partiodo de boleibol, sin morir en el intento.

Besos

PD: Porfaporfa, escribid algun comentario, que si no me aburro.